jueves, 17 de febrero de 2011

Cómo conseguir que Debian reconozca el Wi-Fi, o cómo estar a punto de tirar el portátil por el balcón


Hoy parece que mi cabeza vaya a reventar de un momento a otro. Dar el salto a Debian ha perjudicado mi paciencia hasta tal punto de querer destrozar la pantalla del portátil.
Después de haber instalado Debian en un portatil antiguo, he tenido que hacer mil y un malabares, de los cuales todos han acabado en un estrepitoso fracaso. De ninguna manera he conseguido que el sistema me reconozca el usb-wifi.
He navegado por infinidad de blogs y foros, he preguntado en canales especializados del IRC, y nada, nada de nada, y todo sigue igual. Muchos me dicen que la gracia de Debian frente a otras distros más fáciles como Ubuntu o Mint es que el sistema te obliga a aprender por medio de la terminal su funcionamiento interno.
Sin embargo una cosa que parece tan sencilla como puede ser la instalación del wifi se ha convertido en toda una locura mental. Por primera vez me entero de la existencia de firmwares, es decir, que además de los drivers necesito instalar el paquete respectivo del dispositivo para que el sistema pueda reconocerlo y funcione.
Pues bien, después de buscar los drivers, los firmwares, averigüar cómo desempaquetarlos y luego instalarlos, todo por medio de comandos de la terminal, el usb-wifi sigue sin ser reconocido por Debian. Este problema parece que es muy habitual; sin embargo la solución brilla por su ausencia.
De momento no sé si desistir de Debian o seguir en el intento, aceptando el consuelo que de esta manera sales aprendiendo más cosas.
Voy a listar los pasos que he seguido durante una semana larga:
1-Compré el único usb que tenían en la tienda y que fuera compatible con Linux: SMCWUSBS-N3

2-Busqué en el cd de instalación que lo acompañaba la carpeta de los drivers para Linux. La encontré. El problema fue que no lograba desempaquetar el fichero .tar del driver porque me daba errores en la terminal.
3-Descargo el driver por mi cuenta en el wiki de Debian y me entero que, además, tengo que descargar el firmware correspondiente, en este caso el firmware-ralink.
4-Después de haber descargado el driver y el firmware, descomprimo en la terminal de Debian mediante el siguiente comando:
#tar -xvf archivocomprimido.tar
y los instalo así:
#dpkg -i archivo.deb
5-Como el sistema sigue sin reconocer el wifi, busco información por la red. Compruebo si realmente está instalado:
#iwconfig
#ifconfig
#lsusb
Pues sí, está instalado, pero el sistema sigue sin querer reconocerlo.
6-En los foros de esDebian encuentro que alguien tiene el mismo problema y recibe una solución que, para mi, me suena a chino puro: compilar el kernel.
7-En el Newsgroup (comp.os.linux.networking) encargado de solucionar problemas que tengan que ver con la configuración de redes en Debian, tampoco encuentro la solución a mi problema.
Al final escribo la entrada en el blog. Debian sin internet no me sirve para nada, así que decido desinstalarlo y probar otra distro que no me dé tantos problemas a la hora de reconocer el usb wifi. Es una lástima, me gusta el entorno de Debian y creo que es una buena distro, pero la dificultad no se la quita nadie. Por eso:

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Fuente:http://naranjaseca.wordpress.com/

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