Alemania tiene una larga historia de hacking político gracias al legendario Chaos Computer Club (CCC), un grupo de hackers que desde hace 30 años se ha dedicado a explorar las implicaciones de la tecnología para las libertades civiles y la privacidad.
Sabine Blanc y Ophelia Noor han publicado en la revista Owni, una fascinante entrevista con Andy Müller, vocero y miembro del consejo del CCC, enfocada en la influencia política de los hackers en Alemania y su rol en el desarrollo de una conciencia social en torno a temas como la protección de datos, las tecnologías abiertas y la transparencia gubernamental.
CCC se ha anotado hacks de gran impacto político como la captura de la huella digital del Ministro del Interior Alemán en 2008 para demostrar la vulnerabilidad de los pasaportes biométricos. Recientemente, revelaron un vergonzoso trojano federal que tenía como objetivo espíar a los ciudadanos, lo cual lograron realizando una ingeniería en reversa del infame R2D2. Además, son los responsables del evento tecno-político más importante en nuestros días: el Chaos Communication Congress.
De acuerdo a Müller, el CCC ha estudiado el servicio secreto de inteligencia mejor documentado en Alemania — la STASI — y el conocer sus técnicas de entrenamiento y de desestabilización de comunidades les ha sido de gran ayuda para comprender el mundo actual y sus líos.
A reserva de que recomiendo muchísimo leer la extensa entrevista con Müller, a continuación rescato extractos de su opinión acerca de la influencia de los hackers en Alemania y la relación con su contexto histórico.
Temas como la privacidad son bien sensibles, especialmente dada la historia del este de Alemania. Sabemos cómo es que el abuso estructural puede convertirse en algo peligroso, porque aquí hemos hecho todo. Como poner estrellas amarillas en la gente antes de mandar a ejecutarlos.OWNI pregunta a Müller sí es cierta la percepción de que los hackers son cada más influyentes en el ámbito político alemán:
Tenemos conciencia, pero eso también viene del sistema de educación alemán. En la escuela aprendes la historia del nazismo. Los alemanes somos anti-autoritarios y anti-didácticos.
Como alemanes, tenemos estos dos aspectos conflictivos en nuestro código genético. Aspiramos a una gran eficiencia y una excelente organización en todo lo que hacemos. Pero también tenemos un gran entendimiento del mal que las estructuras jerárquicas pueden traer a la comunicación, o el tratar a las personas como objetos.
Creo que es cierto. Si observas el entorno político en Alemania, el CCC es una entidad aceptada y reconocida porque ha trabajo en educar al público acerca de la tecnología desde los 80´s. Siempre hemos lidiado con historias extrañas que nos traen y tenemos la capacidad de explicar por ejemplo, la desaparición de datos.Acerca de la importancia de la transparencia gubernamental, Müller habla de su primera experiencia en una conferencia de seguridad en los Estados Unidos y comparte la explicación que los propios funcionarios alemanes le dieron acerca de la cultura del secretismo gubernamental. Personalmente, jamás había leído una explicación tan clara y simple acerca de la relación entre el control y opacidad:
Los medios alemanes siempre nos han visto como gente que sabe de tecnología, sus beneficios y sus peligros, y no nos ven como gente que trabaja para compañías con intereses comerciales.
En los 90´s fuimos invitados a audiencias del gobierno acerca de regulación de telecomunicaciones y privacidad. Tratamos de organizar la participación del público en estos temas. Tenemos una historia de lobbying de más o menos 20 años.
No queremos intregrarnos necesariamente de una manera formal en la creación de políticas, pero tenemos un rol de asesoría externa. Ellos (el gobierno) ya no pueden darse el lujo de ignorarnos. Los políticos necesitan de nuestra experiencia y además estamos muy familiarizados con las leyes, de modo que podemos señalar errores. La ventaja que tenemos es que en CCC podemos ir tras las cuestiones políticas, mientras otros además pueden hablar más sobre las cuestiones técnicas. Tenemos ambos lados.
Fui invitado a una conferencia en Washington llamada Open Source Intelligence, y conocí a gente de la Embajada Alemana que trabajaron para en las oficinas del servicio secreto alemán. Pregunté de qué se trataba toda esta cultura del secretismo y me dijeron directamente: “Estamos tratando de desacelerar los procesos para poder controlarlos mejor”.Los hackers del Chaos Computer Club precisamente van en contra de lo anterior, por lo cual crean el contexto político y las herramientas para lograrlo:
Queremos dar a todos el poder de saber qué es lo que sucede para ayudarlos a tomar decisiones informadas.La construcción de un entorno político verdaderamente plural depende de la diversidad en las prácticas sociales. El hacking como estructura de producción de conocimiento y por tanto de información, es sin duda una práctica que veremos cada vez más integrada al ámbito político y sus efectos tendrán cada vez más impacto.
En Alemania, Chaos Computer Club lleva la batuta en cuanto al hacking político, podemos aprender.
Imagen CC vía OWNI.
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