ME GUSTAN LOS DEPORTES DE RIESGO
Tengo un amigo, un poco friki. Al que le gustan los deportes de riesgo.La verdad es que cuando me lo dijo me sorprendí mucho.
"Me gustan los deportes de riesgo", me dijo un día, dejándolo caer, como quien no quiere la cosa.
Yo, que le conozco desde que tengo uso de razón, sé de sobra que le da miedo incluso montar en avión, con lo cual, arqueé una ceja, y dejé bien claro que no me creía nada lo que me estaba diciendo.
"sí, tio, me gustan los deportes de riesgo"
Como no paraba de insistir le pregunté: "¿y cuál practicas tú?"
"uf, un montón"
Claro, no me iba a reir del chaval, parecía que hablaba en serio. Así que rogué que me diera un par de ejemplos.
"Tirarse de un puente colgado de una cuerda atada a los pies me parece una soberana imbecilidad y además no tiene nada de riesgo. Yo, por ejemplo leo libros"
La cara que puse dejó bien claro que leer no me parecía ningún tipo de deporte a menos que el libro en cuestión pesase unos cuantos kilos.
"No, hombre, no. Es peligrosísimo. Tio, cuando lees se te meten ideas de otros en la cabeza. Y si no tienes cuidado puedes acabar creyendo que piensas por tí mismo cuando lo que ocurre es que las ideas de otras personas están dando vueltas en tu cabeza y terminas creyéndote que son tuyas".
En este caso, le dí un poco la razón (no muy convencido, la verdad) porque me pareció un argumento interesante. "¿algún "deporte" más?", pregunté.
"Por ejemplo, me gusta ser educado con la gente. Y eso es también muy peligroso porque hay gente a la que deberías decirle cuatro cositas bien dichas antes de que se piensen que en vez de educado eres Gilipollas y se aprovechen de tí todo lo que puedan. Sí, tio. Ser educado es un deporte de riesgo."
Vale. Para tí la perra gorda. Acepto barco como animal acuático.
"otro deporte que me pone también a cien es trabajar en una oficina."
Aquí ya me tuve que plantar. Hombre, mejor que ser minero seguro que es.
"¡qué va!. Todas las mañanas levantarte a la misma hora. Oyendo el mismo horrible soniquete del despertador. Cogiendo el mismo transporte público, con las mismas caras soñolientas cada mañana. Llegar al mismo edificio de todos los dias. Un edificio enfermo. Sin ventanas. Con el ambiente viciado por los aparatos del aire acondicionado, recibiendo la radiación del monitor y dejándote las pestañas en la pantalla, aguantando compañeros incompetentes que sólo saben colgarse "tus" medallas y pasarte "sus" marrones. Con jefes que piensan que el mayor retroceso de la historia se produjo con la abolición de la esclavitud."
Visto así, pues sí que da un poco de grima. Le repliqué.
"Pero claro. Luego vienen bandarras como Lou Reed y cantan aquello de 'take a Walk on the wild side' y todo el mundo se cree que el lado salvaje de la vida es levantarse tarde, ponerse de farlopa hasta las cejas y follarse todo lo que se mueve. Eso es una soberana mierda. Esa es la vida de un puñetero vago Hedonista."
Pues mira, en eso estoy de acuerdo contigo.
"Pero lo más de lo más, lo máximo de lo máximo, la kaña de España, lo que más adrenalina me provoca es enamorarme."
Hombreeee, (aquí ya sí que me tuve que reir). Enamorarse es divertido, enamorarse es bueno, da tersura a la piel, se siente uno bien. Le contesté.
"Tioooo. Enamorarse es la kaña. Es el mejor deporte de riesgo del mundo. Inviertes todos los esfuerzos en una persona. Y no sabes cómo va a responder a la hora de la verdad.
No es como invertir en bolsa, tio. Con la bolsa solamente pierdes lo que inviertes, no tu orgullo, ni tu dignidad, ni tu autoestima. La bolsa es una mierda como deporte de riesgo. Es muchísimo mejor enamorarse.
Enamorarse es tirarse un montón de tiempo esforzándose para ser feliz con otra persona sabiendo que al menos hay un 50% de probabilidades de que al final, después de extraerte todo el jugo, te escupa como si fueses un trozo de un hueso de pollo alojado entre los dientes.
Eso sí que me pone el corazón a bombear como un motor a mil revoluciones y llena mis venas de adrenalina, tío. Eso sí que es un deporte de riesgo."
Ni que decir tiene que en vista del historial del tipo, no me quedó más remedio que darle la razón.
Fuente:http://jomaweb.blogalia.com/historias/17327
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